jueves, 4 de septiembre de 2014

La crisis también se refleja en el sexo

Jeffrey Weeks, profesor de Sociología en la universidad de Londres South Bank asegura que, en sus comportamientos sexuales, la gente se vuelve más conservadora con la crisis económica. Con la inestabilidad económica dominan las posturas más tradicionalistas. El sociólogo aporta las razones sobre sus afirmaciones:

Jeffrey Weeks es autor de varios libros que tratan sobre la influencia social en la sexualidad y ha evidenciado que ante la inestabilidad financiera los individuos buscan “una certidumbre” y en lo relacionado con el sexo, las posturas mas fundamentalistas cobran fuerza.

Igualmente comenta que en las épocas de bienestar económico llevan consigo una relajación en las costumbres de las personas, que permiten una mayor apertura y permisividad de cara a los comportamientos sexuales que los hace diferentes de los tradicionales y aparecen formas alternativas de convivencia en las familias.



El profesor, ha expresado que confía en que la escasez de recursos económicos no provoque retrocesos en la apertura mental que se ha registrado a lo largo de los últimos treinta años.

Weeks cree, también que la aceptación social de las diversas tendencias sexuales está profundamente ligada a la vida cotidiana actual y espera que la crisis no termine derivando en una involución social. Opina que la gente ahora entiende modelos nuevos de familia diferentes al matrimonio heterosexual que defiende la iglesia como única unión sexual legítima entre los seres humanos.

El sociólogo es de la opinión de que el moralismo es uno de los mayores enemigos de una sexualidad sana, donde lo importante ya no es el tipo de actos que sean practicados sino el respeto mutuo y el asumir la responsabilidad que éstos conllevan. El sexo llega a ser algo controvertido, cuando se rechaza o lo negamos y es por eso que cuanto más se intenta controlar o restringir y más se invita a rebelarse a las personas.

Para este experto, lo más importante en estos momentos que vivimos no es lo que haces, sino cómo lo haces, entendiendo que cualquier acto sexual puede ser válido siempre y cuando la responsabilidad de nuestros actos sea una premisa. “La moral, más que en los hechos, está basada en el contexto”, aprecia Jeffrey en relación a que años atrás era observado, como superior a una relación homosexual, el matrimonio entre hombre y mujer.

Aun así, prosigue, en la sociedad actual es más valorada una relación de cualquier tipo que esté basada en una elección de igualdad que un matrimonio donde quepa la opción de que el hombre ejerza violencia sobre la mujer, por ejemplo. Opina que la idea que tenemos sobre la sexualidad está condicionada por el adoctrinamiento político y religioso, que se encargan de marcar lo correcto o incorrecto en contra de la libertad de elección.

El sociólogo comenta que en Estados Unidos se pueden apreciar todas las tendencias sociales que existen en materia sexual, pues es el hogar y la cuna de los movimientos más liberales a la vez que del fundamentalismo más extremista.

También llama la atención diciendo que durante los últimos veinte años los sectores conservadores se esmeran en una vigorosa defensa a los valores familiares enfrentándolos con las reivindicaciones homosexuales y feministas