Con el uso reiterado de esta práctica conseguirás
unos resultados excelentes a la hora de masturbar a tu pareja, pues la manipulación
del pene por los pies de la pareja, puede ser tan placentera o
más que con la mano.
Primero; hay que tener en cuenta la higiene.
Esto es básico.
Los pies deberían presentarse limpios, suaves, bien exfoliados, libres de callosidades que puedan interrumpir el momento mágico de la excitación táctil.
Los pies deberían presentarse limpios, suaves, bien exfoliados, libres de callosidades que puedan interrumpir el momento mágico de la excitación táctil.
Segundo: sentarnos uno frente al otro, en una
postura cómoda y que permita el contacto visual a la vez que el movimiento sin
ataduras. Es importante que previamente se haya jugado con la pareja.
Tercero: roza y masajea con tus pies las piernas
del otro. Llega con los dedos hasta la boca, haz que los chupe y los toque.
Vuelve a bajar por las mismas zonas en forma de círculo.
Cuarto: estimula los testículos con el
movimiento circular y reiterado de los dedos. Hazlo igual que lo harías con una
mano. No pierdas el contacto visual en ningún momento.
Quinto: permítete algún gemido que otro o
algún gritito. Esto pone a los hombres a cien de excitación.
Sexto: cuando esté muy excitado, rodea el pene
con los dedos de ambos pies y muévelo de arriba a abajo como si estuvieras
masturbándolo con la mano. Si no consigues hacer la presión necesaria, puedes
pedirle a él que los agarre con sus manos y te ayude a moverlos.
Séptimo: también podría ser que sea él quien controle los movimientos, utilizando tus pies para complacerse,
es una idea perfecta aquellos hombres que disfrutan con la podofilia, quienes
disfrutan realmente de los pies femeninos.
Octavo: la calidad del encuentro va a ser directamente proporcional al tiempo de duración del mismo, no te canses. Disfruta, relájate, no pienses en el final.
Noveno: intercala otros juegos si quieres,
además de besos, caricias, y cualquier cosa que contribuya a la
excitación.
Décimo: invítale a que participe, chupándolos,
mordisqueándolos, masajeándolos. Siempre manteniendo la distancia y el
contacto sexual.
¡Pruébalo! No tienes por qué caer en la
rutina. Una buena relación sexual puede implicar cualquier tipo de acción,
mientras no se falte al respeto a ninguno de la participantes, y recuerda que
cuanto más se practica sexo más se desea y mayor placer serás capaz de dar y
recibir puesto que las conexiones nerviosas funcionan mejor si están
estimuladas.
Experimenta con acciones que actúan como afrodisíacos
naturales. No te dejes llevar por las modas célibes. Existen numerosos
complementos alimenticios que actúan como Viagra natural, y te ayudarán en
estas prácticas de masturbación, para no defraudar a tu pareja.
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